OBSOLESCENCIA PLANIFICADA
- Sergio Prieto
- 30 oct 2015
- 2 Min. de lectura

La obsolescencia programada u obsolescencia planificada es la determinación o programación del fin de la vida de un producto. De modo que, tras un periodo de tiempo calculado de antemano por el frabricante o la empresa durante la fase de diseño y elaboración de dicho producto, este se torne obsoleto, no funcional, inútil e inservible.
¿Realmente necesitamos la obsolescencia planificada de un producto para que nuestra economía evolucione y avance, o todo lo contrario? Este tipo de "programación de la vida de un producto" no es especialmente nuevo, es algo que llevamos aguantando desde los años 20/30 y cada vez de una forma mas visible y notoria. ¿Por qué antes se fabricaban bombillas que aguantaban incluso 100 años de vida y actualmente muchas de las que tenemos no superan el año? Supuestamente la tecnología ha ido avanzando para mejorar la vida del ser humano y debería ser aplicada de tal manera pero... ¿Realmente es así? ¿Realmente se piensa en el bien común, o simplemente se busca potenciar la economía mediante un consumo masivo sin buscar un punto intermedio? Uno de los principales problemas es la inmensa y desmesudara emisión de residuos producidos debido a este sistema de producción y consumo masivo. Las grandes industrias nos venden productos con una vida planificada. No es ninguna casualidad que tu maquina de afeitar o esa maravillosa batidora que compraste hace dos años deje de funcionar "sin saber por qué", ya ha sido programado de tal manera que deje de funcionar en un determinado momento. Gran parte de los usuarios intentar reparar ese producto llevándolo a sitios especializados donde, en el 90% de los casos nos darán un presupuesto EXAGERADO para dicha reparación, recomendándonos la compra de un nuevo producto, ya que nos ahorrará tiempo y dinero...
¿CASUALIDAD? PARA NADA.
Aproximadamente producimos entre 20-50 millones de toneladas de residuos electrónicos anuales. Gran cantidad de los materiales utilizados en estos productos, son peligrosos y contaminantes. Normalmente se habla de "reducir la brecha digital" cuando se envían los elementos electrónicos supuestamente inservibles a países en vía de desarrollo, aunque la realidad es diferente. Normalmente entre un 25-75% de los productos enviados están obsoletos y terminan acumulados de forma masiva como podemos ver en la imagen de cabecera, perteneciente a Ghana.
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